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«Matria» viste a Vilanova de cine

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BEA COSTA

VILANOVA / LA VOZ

El auditorio Valle-Inclán acogió anoche el preestreno de la película de Álvaro Gago

Foto: Martina Miser

Vilanova se vistió de cine este jueves a propósito del preestreno de Matria, y no fue por casualidad. Allí se rodó buena parte de la película y allí tiene familia y un arraigo sentimental grande su director, Álvaro Gago. «Vilanova é un pobo que vive en min», dice.

Así que el cineasta tenía claro que tras pasar por la Berlinale y el Festival de Málaga, la mejor pantalla para proyectar su película en Galicia es la de Vilanova, cerca de la casa de su abuelo —donde llegó a rodar— y rodeado de las personas que le ayudaron a sacar adelante su primer largometraje. Estuvo acompañado por los actores María Vázquez, Soraya Luaces, Santi Prego, Susana Sampedro, Eduardo R. Cunha Tatán, Silvia Romaus, Xosé Esperante, Josito Porto, Lidia Veiga, entre otros; y estuvo Francisca Iglesias Bouzón, la vecina de A Illa de Arousa que también sale en la película e inspira la historia de Ramona, una mujer de cuarenta años trabajadora en una fábrica de congelados que lo sacrifica todo por su hija y que habita un contexto social que la asfixia.

Matria bebe de la realidad de la ría de Arousa y es en sus orillas donde se desarrolla buena parte de la trama. Gago llevó la cámara a Vilanova, Cambados, A Illa, Vilagarcía y llegó con ella río arriba, hasta Pontecesures. Procuró hacerlo ejerciendo «unha ética na produción, minimizando o impacto, sen arrasar alí por onde pasamos», aunque algún corte de tráfico hubo que hacer. Para el espectador será fácil identificar el puente de A Illa, la calle González Besada, el puerto vilanovés, el bar Rey o el interior de la legendaria discoteca Yuma.

Gago recrea un ambiente muy pegado a la tierra, una realidad cotidiana que reivindica para la industria. «É fundamental que nos contemos como pobo, que a xente valore o noso, especialmente a xente nova. Non todo teñen que ser explosións nin pasar por Vancouver ou Los Ángeles». Y, mejor, hacerlo en gallego y respetando la versión original. En caso de tener que doblar la película para su distribución en el resto de España, confiesa Gago que va a pasarlo mal. «Iso mátame, coa dobraxe rómpese a sonoridade e a melodía dos diálogos», explica mientras cita a Portugal con envidia.

Gago tuvo especial empeño en que el corto Matria se viera en los centros educativos, y en 2023, con un metraje de hora y media y el mismo título, mantiene la misma apuesta, aunque para volver a los colegios tendrá que esperar unos meses. Primero, la película deberá circular por las carteleras y visitar más festivales.

El próximo viernes se estrena en 25 salas de toda Galicia. Antes, los días 20, 21 y 23 se proyectará en Barcelona, Madrid y A Coruña, respectivamente, y el largometraje volverá a tierras arousanas el día 25 con un doble pase especial previsto en A Illa.

Entre tanto, ayer los focos apuntaban a Vilanova, donde no faltó el glamuroso fotocol con los artistas invitados. A la cita acudieron, además, autoridades para dejar muestra del apoyo institucional que ha recibido este proyecto producido por Matriuska, Avalon P.C, Elastica Films y Ringo Media. Allí estuvieron el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, el director da Axencia Galega das Industrias Culturais, Jacobo Sutil, la diputada provincial, Noemí Outeda, y el concejal de Cultura, Javier Tourís.

Anoche era un día para la celebración. Así lo vivió Álvaro Gago, quien anoche recibió un caluroso aplauso por parte del público congregado en Vilanova. Ahora toca la promoción de Matria, hablar de su proyecto y mostrarlo al mundo mientras piensa ya en su segunda película: Porto Alegre. Transcurre en la tierra de su madre, en el norte de Galicia, tiene carácter autobiográfico y será un ejercicio de introspección «por terreos movedizos», avanza.

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